¡Deberían ser prohibidos! Todos hemos visto el polvo grisáceo, sucio, que se acumula a los lados de la carretera con fuerte tránsito.
Si fijamos nuestra atención en una planta de malva que se esfuerza por sobrevivir entre una tapia y el borde de una carretera, veremos cómo apenas se aprecia el verde de sus hojas, sofocado por una capa de polvo cris, mientras que sus bonitas flores palidecen cubiertas por la telaraña de la contaminación.
Puedes pasar tu dedo sobre las hojas y mascar un surco fácilmente, lo que te permitirá verificar mejor la gravedad de la situación.
Es como si no hubiese llovido durante siglos, y la naturaleza fuese descuidada a la hora de quitar el polvo.
Ahora dime, ¿considerarías esa malva apta para el consumo? Sin embargo, las malvas en el campo lejos de las carreteras, son perfectamente aptas para el consumo y aparecen… ¡siempre limpias y sin polvo!
Ese polvo es el mayor exponente de un alto índice de contaminación.
Está compuesto de partículas tóxicas y cancerígenas procedentes en parte del asfalto y en parte de los vehículos.
Estos producen grandes residuos de los productos que se añaden a la gasolina y al fuel-oíl para impedir que el motor se cale, tales como el tetraetilo, que contiene plomo.
Los motores Diesel, como los de los camiones y de los autobuses desprenden un humo negro asesino enormemente contaminante, y con mayor contenido en óxidos de nitrógeno.
Los contaminantes expelidos por los tubos de escape de coches, camiones y motocicletas, envenenan con plomo, bario, zinc, fósforo, fosfato de tricresilo, etc., no sólo el aire que respiramos, sino también nuestros alimentos y el agua que se bebe.
Por esto es sumamente condenable el hecho de que «cultivos» de hortalizas que luego van a encontrarse en el mercado tengan lugar al lado de carreteras de mucho tránsito.
Tales productos alcanzan tal nivel de contaminación que pueden considerarse realmente peligrosos.
Evita consumir tales productos si te es posible y nunca recojas plantas medicinales junto a la carretera.
Si te es posible evita vivir al lado de una de estas carreteras-
¡Piensa en la infeliz malva!